Las elecciones transcurren a espaldas de los interese la clase trabajadora sin representantes que verdaderamente levanten un programa y ni siquiera nuestras mínimas aspiraciones reivindicativas.  

El abanico de candidatos que desfilaron en primera vuelta no merecía nuestro apoyo porque defendían de modo abierto o encubierto un programa al gusto de los empresarios y que representaba ajuste a los trabajadores.

Incluso el Frente Amplio, agrupación que se presenta como la “nueva Izquierda”, planteaba la reforma del modelo económico neoliberal pero manteniendo las ganancias de los capitalistas y multinacionales; por ello sus ofrecimientos de cambio en las condiciones laborales y de saqueo del país eran demagógicas.

Sin opciones en la segunda vuelta

Si en la primera vuelta llamamos a mantener nuestra independencia política y no apoyar a ningún candidato, en esta segunda vuelta con mucha más energía decimos: los trabajadores no tenemos opción electoral.

No existe “mal menor” cuando se trata de elegir entre enemigos declarados de la clase trabajadora que apenas asuman el mando aplicaran sin contemplaciones las medidas anti laborales que la CONFIEP está pidiendo a gritos.

Repudiamos a Keyko Fujimori porque encarna la herencia de la dictadura que echó a la calle a nuestros padres y borró de un plumazo nuestros derechos laborales. Pero con el argumento de la amenaza del retorno del "fujimontesinismo”, desde Verónika Mendoza hasta la dirigencia de la CGTP, se promueve apoyo abierto o vergonzante a la candidatura de PPK.

PPK es el representante directo de los banqueros y la CONFIEP. Además, no se lo puede presentar como representante de la “democracia” porque apenas lo necesite sacará a la policía y las fuerzas armadas para ahogar nuestras luchas y las del pueblo pobre como lo han hecho todos los gobiernos, incluso el de Ollanta Humala.

Esa izquierda que se subió al carro del "nacionalista" Humala en las elecciones del 2011 casi con los mismos argumentos de hoy, no se acuerda ahora que bajo su gobierno se produjo más de 55 muertos en conflictos sociales y que él es responsable del mayor ataque que hemos sufrido los trabajadores desde la época de la dictadura fujimorista. Si fue así con Humala, ¿qué podemos esperar de PPK?

Que la principal figura de izquierda que emergió en estas elecciones con importante apoyo popular esté hoy pretendiendo arrimar el voto obrero y popular al banquero PPK, lo desdibuja como “alternativa” política de los trabajadores ahora y en perspectiva. Lo mismo ocurre con su pretensión de negociar una Ley General de Trabajo en este congreso de mayoría reaccionaria, que tendría graves consecuencias para nuestros intereses.

Preparar la respuesta obrera

Los obreros y obreras no apoyamos patrón. En lugar de promover el apoyo al gringo lo que necesitamos es prepararnos para responder al nuevo gobierno y a los empresarios que vienen despidiendo trabajadores, negándose a resolver los pliegos y cometiendo infinidad de abusos.

La CONFIEP y las patronales la tiene clara y segura: salga quien salga elegido estará al servicio de priorizar la reactivación de sus negocios.

Ante esto reafirmamos nuestra posición fundamental que es depositar confianza y expectativas única y exclusivamente en nuestras fuerzas, en nuestras organizaciones y en nuestra lucha, pues ellas han sido y son la única garantía de defensa y conquista de nuestros derechos. Esto significa no comprometernos a apoyar a algún candidato votando en blanco o viciado en la segunda vuelta, y rechazar toda pretensión de que por arriba se negocie una LGT.

Nuestra salida es unirnos y luchar en las calles para defender nuestros derechos y enfrentar los ataques que inevitablemente vendrán del nuevo gobierno, salga quien salga. Y ante la parálisis de las centrales, necesitamos que los dirigentes combativos y los luchadores retomemos la coordinación de las luchas poniendo en pie nuevos organismos de centralización. Alcanzar las soluciones está en nuestras propias manos y depende de nosotros mismos.