En un ambiente donde aún se respira el ímpetu crispado de los días de huelga, la asamblea nacional de delegados de las bases regionales del Sutep reunida el domingo pasado, votó en forma unánime promover una movilización el 28 de setiembre y un paro nacional el 25 de octubre, confirmando así que la lucha magisterial continúa. 

No es para menos. Casi en todos lados se viene aplicando descuentos por los días de huelga mientras se les exige recuperación de clases, hasta los domingos. La evaluación de desempeño que se quiere hacer bajo amenaza de despido no solo sigue en pie sino se la sigue implementando, ahora con nuevas fechas. Y se toman represalias: a Edgar Tello, uno de sus principales dirigentes de la huelga, se le ha abierto proceso administrativo dice por “abandono de labores”, lo que es un absurdo porque nadie acata una huelga sin ausentarse, o en todo caso debería sancionarse a todo el magisterio que la acató y no solo a uno de sus dirigentes.

De este modo, una vez acusado el golpe el gobierno intenta continuar su plan contra el magisterio y la educación pública, incluso recargado. La huelga no solo barrió con la ministra Martens sino con todo el gabinete Zavala, pero a renglón seguido se reestructuró otro más proclive al fuji-aprismo mostrando que para ellos el verdadero problema son los maestros en lucha, y toda la clase trabajadora, y no los líos entre PPK y Keiko que ahora incluso conversan para indultar al ex dictador. Y como para que nadie dude sobre sus verdaderas intenciones, se ha colocado en la cartera de educación a Idel Vexler, autor de la Ley de Reforma Magisterial que es la madre del actual conflicto con los maestros, y quien más allá de proponer algún maquillaje reitera que continuará con las evaluaciones punitivas. Hubo un cambio sí de rostro pero no de política. Así la huelga dejó un gobierno magullado pero no derrotado. Por eso hoy asistimos a un nuevo capítulo de la lucha.

Las bases hierven en actividad

Toda esta situación se ve reflejada en la frenética actividad que despliegan las bases. En diferentes regiones se organizan plantones en las UGELs. En diversos colegios se les cierran las puertas a los funcionarios del MINEDU que concurren en aplicación con sus programas bajo el brazo. Y en todas partes se alza una sola voz: nadie va a la evaluación, y si siguen los descuentos no habrá recuperación. Así todos se aprestan a retomar la lucha contra el continuismo de la política Martens y que Zavala denominó “política de Estado”. Tal es la indignación que aun caldea en las bases que hasta Patria Roja desde su fantoche CEN ahora pretende montarse en ella convocando a una movilización nacional para ver si recupera alguna fuerza. Con la determinación de los verdaderos maestros y maestras que hicieron la histórica huelga, la asamblea nacional resolvió una movilización nacional unificada para este jueves 28, y un paro nacional combativo para el 25 de octubre, marcando el reinicio de la lucha magisterial.

Al mismo tiempo, se suceden asambleas en todos los niveles y hasta en los lugares más remotos, en las que además de discutir estas medidas se comienza a reorganizar el sindicato desde abajo, eligiendo directamente a los nuevos dirigentes o convocando a elecciones con votación universal legitimando nuevas directivas que responden a la nueva dirección emergida en la huelga. En algunos casos los maestros recuperan todo, hasta sus locales y bienes, y en todas se evidencia que las bases ya no responde al CEN de Patria Roja ni a sus lacayos locales sino a la que encabeza Pedro Castillo. Así, este dirigente viene recorriendo las bases de todo el país donde es recibido en forma apoteósica por multitudinarias asambleas en las que se viene poniendo de relieve la nueva identidad y adhesión de los maestros y maestras.

Sin lugar a dudas el movimiento magisterial sigue deparando enseñanzas y lecciones para el resto de la clase trabajadora. Rompiendo con su dirección traidora, desde el último colegio del país pusieron en pie sendos Comités de Lucha y dieron vida a un Comité Nacional de Lucha de las Regiones, desencadenando una poderosa huelga que ganó apoyo popular, infligió un duro golpe al gobierno y alcanzó importantes conquistas. No obstante, como estamos viendo, la lucha continúa.

Los nuevos desafíos

El gobierno, en medio de su debilidad, se ha reposicionado para recuperar terreno y en lo posible devolverle el golpe a los maestros, pues para él no solo se trata de mantener la continuidad de la ley de reforma magisterial privatizadora y de despidos masivos, sino de infligir un retroceso en el nivel de organización y lucha conquistado por las bases magisteriales, y que representa no solo una amenaza para la continuidad de esa política sino que su lucha unificada y su masiva ruptura con su dirección conciliadora representan un ejemplo a seguir por el resto de la clase trabajadora. Por eso las represalias. Por eso la persistencia de la campaña de descréditos a los maestros en nombre de la defensa de una supuesta mejora en la calidad educativa y de la amenaza “terrorista”. Por eso también el CEN de Patria Roja, con la complicidad de la dirigencia de la CGTP que también siente que se le mueve el piso, se ha puesto en pie de guerra para socavar a los Sute Regionales usando los recursos generados con el aporte de los propios maestros.

En este contexto, desde el campo obrero y popular, lo primero que tenemos que definir es nuestro apoyo incondicional a la lucha de los Sute Regionales como expresión legítima y consecuente de los intereses del magisterio nacional y de la educación pública, y a su proceso de construcción como un nuevo sindicato clasista y democrático de los maestros, al mismo tiempo que manifestamos nuestro firme rechazo al gobierno y su política (sostenidos por el fujimorismo) y a la dirigencia traidora de Patria Roja colocada a su servicio.

Desde este campo, y desde las escuelas donde los maestros socialistas damos esta misma pelea, manifestamos nuestro sentir sobre la necesidad de unir la lucha magisterial a la lucha obrera y popular impulsando ahora el Paro Nacional, en la perspectiva de acabar con el gobierno de PPK y su Congreso de corruptos, porque ellos son los responsables del maltrato a los maestros y del desastre a la que es llevada la educación pública como todos los trabajadores y el pueblo pobre.

Dicen que no hay plata para atender las demandas de salud y educación, pero los corruptos siguen libres nadando en dinero y haciendo “negocios”, Odebrecht entre ellos. Dicen que no hay reactivación por los “altos costos laborales” y con ese cuento se alienta una nueva Ley Pulpín y se intenta flexibilizar más los despidos, mientras los empresarios siguen acumulando enormes ganancias, como las mineras que se ríen cuando se habla de “crisis”.

El problema de los maestros y toda la clase trabajadora se resume en uno: el gobierno PPK, patronal por donde se lo mire, responsable de aplicar una política que por favorecer los negocios capitalistas embiste los derechos de las mayorías nacionales, un gobierno que protege a la corrupción porque él mismo es corrupto. Por eso la necesidad del Paro Nacional. Como el Paro no va a salir de 2 de Mayo los maestros debemos unirnos desde cada uno de nuestras localidades a las organizaciones obreras y populares para forjarlo, constituyendo Comité de Lucha de Todo el Pueblo, como hicimos con la huelga magisterial.

En este proceso donde los maestros también venimos dando ejemplo de autoorganización y funcionamiento democrático y unido desde abajo, debemos reconocer que existen tendencias contrarias que con discursos pseudo radicales y autoproclamatorios tratan de imponerse sobre la gran mayoría con chantajes y manejos burocráticos. El rechazo a Patria Roja y a estas corrientes no nos debe llevar a rechazar a los partidos ni a la política en general.

¡Los Sute Regionales son una conquista que debemos preservar con respeto absoluto por todos los luchadores con independencia de sus posiciones y con los métodos del funcionamiento democrático y de frente único! Ahora se ha decidido ir a un Congreso Estatutario para proclamar al nuevo sindicato. Saludamos este paso. Pero para que éste sea firme precisamos realizar un claro balance de la política y los métodos que llevaron al fracaso del viejo Sutep y de lo que ha significado el largo proceso que nos ha llevado hasta aquí donde las corrientes infantiles han sido y son aún un obstáculo que superar, para definir los métodos y las formas cómo se garantizará la constitución de un sindicato verdaderamente democrático de y para las bases.

Para aportar a este necesario debate y arribar a la consolidación de un nuevo sindicato que sea claro referente para toda la clase trabajadora, invitamos a usted compañero/ra a discutir la construcción de una nueva alternativa política magisterial, verdaderamente clasista, democrática y socialista.